Molina de Aragon, es conocida por la efeméride de celebrar dos veces la Nochebuena, una en la fecha del 24 de diciembre como todo el mundo, y otra el 7 de diciembre, víspera de la fiesta de la Inmaculada Concepción de María.
La fiesta viene de lejos, en concreto del año 1518, siendo el responsable de todo esto el Cabildo de Molina y un tal Giovanni di Lorenzao, que ha pasado a la historia como el Papa León X.
Molina de Aragon el 7 diciembre se celebra una Nochebuena
El 8 de diciembre es la Fiesta de la Inmaculada Concepción, por lo que se convirtió en un día muy relevante e importante en Molina de Aragon desde hace 5 siglos.
Al parecer, la veneración a la Virgen María y especialmente a la Inmaculada Concepción también venía de lejos.
Por ello, en el documento enviado al Papa por el Capítulo del Clero de Molina en Aragón se destaca la devoción a Nuestra Señora y a la Inmaculada Concepción, señalándola como un elemento clave para el cumplimiento de sus exigencias.
Esta fue la petición del ayuntamiento, uniendo así los deseos de todas las iglesias y párrocos de Molina de Aragón.
El papa León X, florentino e hijo del famoso Medici Lorenzo el Magnífico, tomó en consideración esa inclinación mariana de Molina de Aragón y el 18 de febrero de 1518 se redactó en Roma una prerrogativa dirigida al cabildo de Clérigos molinés.
En ella, además de los formalismos de introducción y de cierre, se concedía la excepción de una celebración en la víspera del día de la Concepción, que constaría de una misa cantada y oficiada por un presbítero, un diácono y un subdiácono. Y concedía la excepción, además, como un bien perpetuo para la localidad.
Si se tratara sólo de una cuestión de derecho canónico, la excepción podría dejar de ser válida debido a la desaparición del capítulo a mediados del siglo XIX. Pero algo tan festivo y especial está arraigado en las tradiciones de la gente que es poco probable que detalles tan formales impidan que las celebraciones de Nochebuena continúen a principios de diciembre.
El papa León X concedió en 1518 mediante una bula el privilegio de celebrar una Misa de Gallo a la Inmaculada Concepción de la Virgen más de 300 años antes de la proclamación del dogma de fe.
Los Molinenses no abandonaron su devoción a la Santísima Virgen María y en 1954, con motivo del centenario de la proclamación del dogma de la Inmaculada Concepción, decidió erigir un monumento en su honor.
El lugar elegido fue el cerro “Ecce Homo”, cercano al Monasterio de Santa Lucía. De esta manera se construyó una enorme estatua de la Inmaculada Concepción que se inauguró el 26 de diciembre, con el mayor esplendor y solemnidad.
Molina de Aragón se adelanta a la Navidad con la fiesta de la Inmaculada ![]()
La Inmaculada Concepción es una festividad muy arraigada en Molina de Aragón, celebrada desde el siglo XVI. En la víspera del 8 de diciembre, los molinenses celebran una “pequeña Navidad Molinensa” con tradiciones similares a la Nochebuena.
La Virgen de la Inmaculada es la patrona de la ciudad y la celebración incluye una hoguera tradicional en el cerro de Santa Lucía, donde se descorchan botellas de champán y sidra y se cantan villancicos.
Es un momento de reunión familiar y comunitaria, marcado por la devoción mariana y el calor de la comunidad. ¡Un evento lleno de tradición y calor humano!
La festividad de la Inmaculada Concepción en Molina de Aragón, celebrada desde el siglo XVI, es una tradición muy arraigada. En la víspera del 8 de diciembre, los molinenses celebran una “pequeña Navidad Molinensa” similar a la Nochebuena.
La Virgen de la Inmaculada, patrona de la ciudad, es honrada con una hoguera en el cerro de Santa Lucía, donde la comunidad descorcha champán y sidra y canta villancicos. Es un momento de unión familiar y comunitaria, lleno de devoción mariana y calor humano. ¡Una celebración rica en tradición y significado!
Información Bula papal de 1518
En 1518, el Papa León X concedió a Molina de Aragón el privilegio de realizar una misa capitular cantada, similar a la Misa de Gallo, en la víspera del 7 al 8 de diciembre.
Esta concesión reconocía la devoción de los molinenses a la pureza de la Madre de Dios.
La bula papal, fechada el 18 de febrero de 1518, detalla la autorización para celebrar una misa solemne con un presbítero, un diácono y un subdiácono, destacando la importancia de la Inmaculada Concepción y fomentando la devoción y la participación de la comunidad en los actos religiosos.
Este documento histórico se conserva en perfectas condiciones hasta el día de hoy. en el museo de Molina de Aragon,
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